CRÍTICA: "CONTROL", pole dance hecho danza

A veces me vuelvo monotemático y hablo de danza, blah blah blah... Si pues. Me gusta. Y qué? Suele suceder cuando uno ve constantemente trabajos de movimiento, que sin ser aburridos ni mucho menos, pues tienen formatos parecidos. Inevitable. "Control" sin embargo, una puesta en escena que se presenta en el ICPNA de Miraflores hasta el 18 de setiembre (de jueves a domingo) a las 8 pm, se aleja muchísimo del formato convencional de espectáculo de danza.

Primero porque evidentemente no es danza... o quizá (en mi particular mirada) si. A través de la técnica del pole dance, Elizabeth Muñoz se arriesga en un proyecto en el que 7 chicas y ella misma se atreven a dar forma a un espectáculo donde lo visual y no lo teatral es lo primordial.


"Control" se inicia como un videoclip de Kylie Minogue (disculpen mi referencia pop ustedes amigos heterosexuales), en un escenario circular construido bajo una estructura diseñada genialmente para la ocasión por 51-1 arquitectos. Las chicas y sus poles, todos detrás de una tela semitransparente sobre la que se proyecta una animación. El movimiento se inicia y las poses de pole dance dejan de serlo para eventualmente, en la medida que el espectáculo va avanzando transformarse en una serie de contactos entre ellas, juegos de espacio, desplazamientos...

Los coros que a mi tanto me encantan cuando son bien hechos, no podrían haber sido mejor logrados a pesar de las diferentes corporalidades de quienes bailan en el espectáculo (las hay pues mucho más entrenadas las unas que otras) y aún así ninguna de esas diferencias importa porque finalmente todas ellas "controlan" sus cuerpo con gran eficacia.

La música que ha sido creada para el montaje por Phileas no cubre a las bailarinas, sino que las orienta y es esencial al inicio del trabajo donde casi no hay movimiento por alrededor de 3 minutos en lo que nadie pierde el contacto visual precisamente por lo pertinente de sonidos mínimos que surgen de la composición digital.

El video corre a cargo de Malaki y la fotografía de afiches y folletos bajo el talentoso Roberto Huarcaya (un ídolo).

Agradezco de antemano la invitación a participar del estreno de la obra a Elizabeth y al equipo de Evidencia Espacio Cultural solo con la alegría de saber que ella y las 7 chicas que la acompañaron en la puesta han encontrado en el pole dance un nuevo escalón para montar trabajos de calidad en la creciente agenda cultural. Felicidades por innovar.