PINA de Wim Wenders

Llegué a Pina a través de Mirella Carbone. Y llegué a Mirella Carbone a través de un curso electivo en la universidad que pasó, caprichosamente, a ser fundamental en mi vida. Es muy raro darse cuenta que lo que algunos consideran interesante, divertido, ligero, para otros puede resultar necesario e indispensable, casi como el mismo acto de respirar, que sin darnos cuenta nos mantiene con vida.

Dudo que ella lo recuerde pero fue en una de estas clases que nos contó de una mujer que bailaba "diferente". Que lo hacía sin bailar, bailando. Cosa evidentemente retórica pero que es sencillamente precisa para definir lo que Pina Bausch era capaz de hacer en escena con cada montaje.

Si leen este artículo, probablemente sabrán que Pina Bausch murió de cáncer en el 2009, solo cinco  días después de haber sido diagnosticada y semanas después de haber estrenado su último proyecto como directora: "Como el musguito en la piedra. Ay si, si, si". Sin embargo, este no es un texto sobre su muerte o su trabajo, sino mas bien sobre la interpretación que hace uno de los directores más sólidos de este siglo en base a su proceso creador y al impacto visceral que consiguió transmitir a cada uno de los bailarines con los que trabajó.

"Pina" es la pieza documental, cinemática, danza/cine, cine/danza, que recoge la mirada de Wim Wenders, cineasta alemán, sobre Pina Bausch, y para ser aún más precisos, que delinea a esta creadora a través de la fotografía mental que de ella tienen los bailarines de la Cia. Wuppertal.

Wenders, invitado a una entrevista en el Lincoln Center, cuenta como, por azares del destino, en 1985 conoció a Pina Bausch en Venecia y fue ese el momento exacto en que un proyecto cinematográfico de esta magnitud empezaría a tomar forma. Proyecto que solo encontraría un rumbo cuando Wenders descubrió en la tecnología 3D, la capacidad para transmitir la decadencia, la potencia, el anhelo y la gloria, todos temas recurrentes en la obra de Bausch.

Además de fragmentos pequeños de piezas muy personales de algunos de los bailarines, "Pina" recoge cuatro obras fundamentales del repertorio de la coreógrafa alemana: Kontakthof, Cafe Muller, Vollmond y Le sacre du primptemps, coreografías que muestran no solo la excelencia técnica en la ejecución sino el valor fundamental del proceso creativo para cada una de las escenas. Todo ello a través de intervenciones muy personales de sus bailarines.

He visto la película 5 veces ya y creo que no me cansaré de hacerlo.

Hace unos días conversaba con unas amigas sobre la importancia del arte en la vida del ser humano. Y creo que son esos momentos efímeros que uno descubre en las artes (en mi caso, en la danza), los que le dan importancia. Esos momentos capaces de robarnos un suspiro, de sorprendernos, emocionarnos, hacernos llorar, vivir. De qué está hecho el hombre sino es para sentir. No hay cosa en el mundo capaz de ofrecernos esa llave de una manera creada, inventada. Solo el arte. Maravilloso, verdad?


Este es uno de mis momentos favoritos en "Pina". La canción es de Thom Hanreich, cantante y compositor alemán que ha trabajado en muchos trabajos de Wenders.

"I'm just the fool to love you
I'm such a fool to think you care
Although you're here your heart disappears"

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