Si algún día me pierdo
Para quienes me leen: Esto lo escribí hace varios meses. No me pregunten cuándo, que no lo recuerdo. Tampoco pregunten por qué leen esto en un blog de danza. Pregúntense para qué se topan con esto. Para qué roban de su tiempo, minutos y leen. ¿Para qué? Esa es siempre la pregunta. -------------- Pocas veces he tenido esta sensación automática en la que mi cuerpo transforma la risa en llanto. Una sonrisa verdadera en lágrimas extrañas. Una mezcla de melancolía con el reconocimiento de una verdad latente que se deja entrever en el momento más inesperado. La última vez fue con la columna de Carlos Galdós. Me he enganchado con sus columnas. Lo confieso. En lo personal creo que es un imbécil. Pero, creo, es ese tipo de imbéciles creados por decisión propia y que revelan su verdadera personalidad en momentos particulares a través de creaciones mágicas a cuyo control escapan. Se por buena fuente, que aunque un idiota por fuera, tiene un gran corazón. El texto que escribió, en todo ...